lunes, 8 de diciembre de 2008

¿Qué onda con las vestidas?


Al interior de nuestra sociedad, desde épocas muy, muy antiguas, hemos encontrado una serie de “individuos” e “individuas”, que a los ojos de algunos, parecen extraños, ridículos o hasta aterradores, erróneamente se les califica por algunos ignorantes, como las caricaturas de la homosexualidad.

Son esos “mariconcitos vestidos de mujeres”, esos individuos que sólo sirven para “cortar el cabello” en las estéticas o como “empleadas domésticas”, “reposteras” o simplemente como “trabajador@s sexuales”, esos seres que entre tanto prejuicio y discriminación pareciera que no valen como personas, que se les ve como “entes” que nacieron únicamente para ser objeto de mofas, agresiones y ofensas.

¡¡¡Sí!!!, estamos hablando de una parte de nuestra comunidad LGBT, nos referimos al Colectivo Transexual, Trangénero y Travesti, que por desgracia es un grupo muy discriminado en todas las esferas, en todos los ámbitos e incluso son excluidos en algunas de las ocasiones por nosotr@s mism@s, por los que nos decimos integrantes del sector LGBT.

En muchos de los casos, recurren a oficios donde son maltratados o al trabajo sexual, porque parece que la sociedad y sus leyes l@s han dejado “inmovilizad@s” jurídicamente, es decir, hasta el día de hoy, no se les ha dado un reconocimiento real de su existencia en un tenor legal. Por fortuna, las y los travestis gozan de la “oportunidad” de proyectar una imagen contraria a su sexo por un tiempo o un momento definido, para posteriormente volver a ejercer su vida cotidiana con el sexo que adquirieron en el momento de su gestación.

Sin embargo, transexuales y transgéneros, que viven 100 por ciento una vida inversa al sexo con el que nacieron, se encuentran enfrascados en una serie de dilemas y problemas sociales, políticos, académicos, laborales y está demás decir que personales también.

¡ Chale ! ¿a poco no es un capricho el vestirse de viejas?
La respuesta a esta pregunta es un rotundo ¡¡¡No!!! Las personas transexuales y transgénero no son homosexuales o lesbianas con un gusto o fetiche de ostentar prendas del sexo opuesto. Inclusive hay que destacar que en ocasiones ni siquiera son homosexuales.

ell@s no se encuentran en este tenor. Científicamente son personas que viven una “disforia de género”.
Y en palabras coloquiales son “hombres atrapados en el cuerpo de una mujer”, para el caso de los hombres trans; y en el caso de mujeres trans “son mujeres atrapadas en un cuerpo masculino”. Es decir, su pensar, actuar y sentir es discordante con el cuerpo con el que nacieron, por eso buscan modificarlo hasta llegar a satisfacer su necesidad psicológica con su necesidad de transformación física, hasta llegar a la complementación corporal, es decir, “soy mujer psicológica y físicamente” en el caso de las mujeres trans.

Por ello, debemos quitarnos ese patrón negativo hacia las personas trans, pues al igual que lesbianas, homosexuales o bisexuales han sufrido discriminación en todo el mundo y en todos los tiempos.

Es muy importante dejar en claro que existen hombres y mujeres transexuales o transgénero, productivos y sobresalientes en nuestra sociedad, como es el caso de Hazel Davenport, periodista, activista y asesora de Censida. De hecho, fue la primera funcionaria pública transexual en México. Podemos hablar también de Angélika Risco, diseñadora gráfica, artista plástica, dibujante y activista por los derechos LGBT. Otra de ellas es Roshel, quien tiene la Licenciatura en Publicidad, estudios académicos en el ámbito artístico y actualmente se desempeña como activista LGBT, como actriz profesional y empresaria.

Ellas son 3 mujeres trans, con perfiles diferentes, pero con un gran conocimiento en su materia, desde aquí vaya un reconocimiento a todas ellas, como mujeres trans destacadas.



fuente: "homopolis.com.mx"

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